Un Rafa Nadal pletórico en Madrid y Andy Murray no se complica ante Copil
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Rafa Nadal comienza este miércoles su asalto al Mutua Madrid Open con su duelo de segunda ronda ante el italiano Fabio Fognini, la primera piedra en el duro camino del rey de la tierra para alargar la racha de los títulos en Montecarlo y Barcelona. Saltará en el tercer turno a la Manolo Santana, la pista donde más apoyo y cariño recibe en todo el año.
Un aliciente más para un Nadal que lo tiene todo de cara, juego, resultados y la consiguiente confianza, para ser el rival a batir en La Caja Mágica, donde ha levantado tres títulos, cuatro madrileños en total con el de 2005 en pista dura.
Ya fue sonado el regreso del balear en este 2017, alcanzando las finales de Australia, Acapulco y Miami. Otro renovado de altura como Roger Federer le robó el protagonismo a un Nadal que encontró desquite con la llegada de la gira europea sobre tierra, que trajo los títulos que confirman la mejor versión del español.
"He jugado mejor, sobre todo respecto a 2015, porque el año pasado venía jugando bien", afirmó. La lesión en su muñeca izquierda que condicionó su pasada temporada dio paso a una preparación que da sus frutos este año y que apunta a devolverle entre los mejores del mundo.
En velocidad de crucero llega Nadal a Madrid, como rey de la tierra consagrado con 51 títulos, después de agrandar su leyenda levantando por décima vez las cita de Montecarlo y Barcelona. Los resultados refrendan la confianza de un Nadal contento con su juego, en especial con la mejora del segundo servicio, y que aspira a pelear después por Roma y Roland Garros.
Sin embargo, pendiente de recuperar del todo la otitis con la que comenzó la semana, tiene ahora sólo en mente a Fognini. El italiano es un rival descarado y con potencial para las sorpresas, bestia negra del español en 2015 con tres victorias sobre el exnúmero uno. Reseñable fue la del US Open, donde un cabizbajo Nadal cedió tras ir dos sets arriba.
Ahora Nadal es otro y no quiere relajación que corte su momento dulce. El balear necesita el máximo de inicio, con un horizonte en el que aparecen Nick Kyrgios y Milos Raonic, antes de los cruces que por una lógica puesta en duda últimamente tendrían a Novak Djokovic y Andy Murray en la pelea por el título. "De los mejores siempre esperas lo mejor", dijo Nadal.
Victoria de Murray
Por su parte, el escocés Andy Murray doblegó (6-4, 6-3) al rumano Marius Copil, un debut sin complicaciones del número uno del mundo, en el que cumplió expediente apoyado por su saque en una tórrida tarde sobre la tierra madrileña.
"Fue difícil el inicio, no me adapté fácil. Hacía mucho calor y nunca había jugado contra él", afirmó el británico en la rueda de prensa que dio instantes después de su victoria. La Manolo Santana vio debutar al primer favorito en medio de un sol de justicia y un ritmo pobre de ambos jugadores.
Obligado a mostrar sus cartas, Copil jugó agresivo pero con mucha tensión, la cual deparó en muchos errores no forzados. Así, Murray pudo avanzar sin tener en contra ninguna bola de break, algo que celebró después. "No estaba jugando horrible, pero sé que puedo mejorar los dos últimos torneos con mi saque", comentó.
El irregular juego del escocés este año tiene parte de culpa en la falta de contundencia con su saque. Ante Copil fue de menos a más, mejorando en el tramo final del primer set. En el séptimo juego provocó los primeros aplausos y sus ataques terminaron surtiendo efecto en el décimo, donde se apuntó el set al resto.
El rumano por su parte, que la pasada semana exigió el máximo a Roberto Bautista en Múnich, vendió cara su piel y mantuvo un buen nivel con su saque. Su agresividad sin embargo volvió a topar con la red mientras Murray se concentraba en hacer los deberes en su turno. En el sexto juego llegó el break con el que Murray se estrenó con victoria en Madrid, donde ha ganado en dos ocasiones.
"No tener bolas de break en contra es buena señal en mi primer partido. Si mejoro con mi saque, tengo puntos gratis, sé que lo demás viene rodado", añadió un Murray que en tercera ronda se medirá con el ganador del duelo entre el francés Pierre-Hugues Herbert y el croata Borna Coric.
Un aliciente más para un Nadal que lo tiene todo de cara, juego, resultados y la consiguiente confianza, para ser el rival a batir en La Caja Mágica, donde ha levantado tres títulos, cuatro madrileños en total con el de 2005 en pista dura.
Ya fue sonado el regreso del balear en este 2017, alcanzando las finales de Australia, Acapulco y Miami. Otro renovado de altura como Roger Federer le robó el protagonismo a un Nadal que encontró desquite con la llegada de la gira europea sobre tierra, que trajo los títulos que confirman la mejor versión del español.
"He jugado mejor, sobre todo respecto a 2015, porque el año pasado venía jugando bien", afirmó. La lesión en su muñeca izquierda que condicionó su pasada temporada dio paso a una preparación que da sus frutos este año y que apunta a devolverle entre los mejores del mundo.
En velocidad de crucero llega Nadal a Madrid, como rey de la tierra consagrado con 51 títulos, después de agrandar su leyenda levantando por décima vez las cita de Montecarlo y Barcelona. Los resultados refrendan la confianza de un Nadal contento con su juego, en especial con la mejora del segundo servicio, y que aspira a pelear después por Roma y Roland Garros.
Sin embargo, pendiente de recuperar del todo la otitis con la que comenzó la semana, tiene ahora sólo en mente a Fognini. El italiano es un rival descarado y con potencial para las sorpresas, bestia negra del español en 2015 con tres victorias sobre el exnúmero uno. Reseñable fue la del US Open, donde un cabizbajo Nadal cedió tras ir dos sets arriba.
Ahora Nadal es otro y no quiere relajación que corte su momento dulce. El balear necesita el máximo de inicio, con un horizonte en el que aparecen Nick Kyrgios y Milos Raonic, antes de los cruces que por una lógica puesta en duda últimamente tendrían a Novak Djokovic y Andy Murray en la pelea por el título. "De los mejores siempre esperas lo mejor", dijo Nadal.
Victoria de Murray
Por su parte, el escocés Andy Murray doblegó (6-4, 6-3) al rumano Marius Copil, un debut sin complicaciones del número uno del mundo, en el que cumplió expediente apoyado por su saque en una tórrida tarde sobre la tierra madrileña.
"Fue difícil el inicio, no me adapté fácil. Hacía mucho calor y nunca había jugado contra él", afirmó el británico en la rueda de prensa que dio instantes después de su victoria. La Manolo Santana vio debutar al primer favorito en medio de un sol de justicia y un ritmo pobre de ambos jugadores.
Obligado a mostrar sus cartas, Copil jugó agresivo pero con mucha tensión, la cual deparó en muchos errores no forzados. Así, Murray pudo avanzar sin tener en contra ninguna bola de break, algo que celebró después. "No estaba jugando horrible, pero sé que puedo mejorar los dos últimos torneos con mi saque", comentó.
El irregular juego del escocés este año tiene parte de culpa en la falta de contundencia con su saque. Ante Copil fue de menos a más, mejorando en el tramo final del primer set. En el séptimo juego provocó los primeros aplausos y sus ataques terminaron surtiendo efecto en el décimo, donde se apuntó el set al resto.
El rumano por su parte, que la pasada semana exigió el máximo a Roberto Bautista en Múnich, vendió cara su piel y mantuvo un buen nivel con su saque. Su agresividad sin embargo volvió a topar con la red mientras Murray se concentraba en hacer los deberes en su turno. En el sexto juego llegó el break con el que Murray se estrenó con victoria en Madrid, donde ha ganado en dos ocasiones.
"No tener bolas de break en contra es buena señal en mi primer partido. Si mejoro con mi saque, tengo puntos gratis, sé que lo demás viene rodado", añadió un Murray que en tercera ronda se medirá con el ganador del duelo entre el francés Pierre-Hugues Herbert y el croata Borna Coric.
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