Naomi Osaka pulveriza todas las marcas al imponerse a Petra Kvitova

Compartir en:
fjrigjwwe9r1_articulos:cuerpo
La tenista japonesa Naomi Osaka, cuarta cabeza de serie, y la checa Petra Kvitova, lucharon con la misma ambición para coronarse como campeonas del Abierto de Australia, primer Grand Slam de la temporada. En juego estaba añadir además el premio del número uno del mundo, en un partido que se presentaba en teoría equilibrado entre dos jugadoras agresivas y que ya saben lo que es ganar un título de esta entidad.



La gran final del cuadro femenino citó a dos de las favoritas para pugnar por reinar en Melbourne Park en el que ha sido el primer enfrentamiento entre ambas. Osaka ha logrado alargar sus eclosión de la pasada temporada y jugar su segunda final de grande consecutiva tras estrenarse en Nueva York ante la estadounidense Serena Williams. Para Kvitova el reto tampoco era desconocido. Pero lleva esperando más tiempo para jugar la tercera de su carrera, con el añadido de la historia de superación que lleva a sus espaldas.

La de Bilovec, de 28 años, ganó en dos ocasiones Wimbledon, en 2011 y 2014, pero desde su segundo triunfo en Londres ni siquiera llegó al menos a una semifinal de Grand Slam. Además, a finales de 2016 sufrió graves heridas en su mano izquierda, con la que juega, al intentar evitar un asalto en su casa, y cuando no le daban demasiadas opciones para volver a jugar al tenis logró recuperarse.

"No creo que mucha gente creyese que pudiese hacer esto de nuevo, estar en una pista y jugar al tenis, y más a este nivel", reconoció la centroeuropea tras clasificarse para una final en la que se plantó sin haber cedido ningún set y con el empuje de una racha de once victorias seguidas gracias a su título en Sidney.

Ninguna de sus anteriores seis rivales (Magdalena Rybarikova, Irina Begu, Belinda Bencic, Amanda Anisimova, Asleigh Barty y Danielle Collins) han sido capaces de inquietar realmente a la checa, aunque esta vivió su primer gran reto, porque de todas sus oponentes, ninguna era una 'Top 10' y salvo Barty, decimoquinta, ninguna llegó a cabeza de serie.

Además, Osaka está jugando a muy buen nivel y ya demostró en semifinales ante Karolina Pliskova su capacidad para hacer ganadores, firmando 56, 15 de ellos con su servicio. El camino de la japonesa hacia la final ha sido más duro que el de Kvitova, con otra 'Top 10' como la ucraniana Elina Svitolina en cuartos y, además de su último duelo, con otros dos a tres sets, con mención especial para el de tercera ronda ante Su-Wei Hsieh, donde 7-5 y 4-1 en contra antes de reaccionar de forma fulgurante.

Las dos protagonizaron una bonita batalla en la Rod Laver Arena, sobre todo a través de sus poderosos 'drive', la mejor arma de ambas. La ganadora se corona por primera vez en Melbourne Park y se lleva un premio añadido, el de relevar a partir del próximo lunes en el número uno del ranking WTA a la rumana Simona Halep.

El momento decisivo

Naomi Osaka, al imponerse a la checa Petra Kvitova (7-6(2), 5-7, 6-4), levantó el segundo grande de su carrera deportiva y asciende al número uno del undo.

De esta manera, la deportista de 21 años gana su segundo título de Grand Slam consecutivo, tras estrenarse el pasado 9 de septiembre en el US Open ante la estadounidense Serena Williams. La hazaña le permite auparse a la primera posición del ranking WTA, desplazando a la rumana Simona Halep.

Osaka se defendió de hasta cinco bolas de quiebre en una primera manga pareja que tuvo que decidirse en un 'tie-break' en el que la nipona se presentó más sólida. Ya en la segunda manga, logró remontar el 0-2 con el que Kvitova inauguró el parcial (3-2).

El punto clave llegó en el noveno juego, cuando la bicampeona de Wimbledon se revolvió para desbaratar las tres pelotas de set a las que le sometió la tenista asiática. Tras ello, enlazó cuatro juegos ganados de manera consecutiva para igualar la contienda.

Así, todo tuvo que decidirse en el tercer set, en el que Osaka rompió el servicio de su rival pronto, en el tercer juego. Resistió también a un punto de rotura, antes justo de desperdiciar tres, pero confirmó su victoria en el Rod Laver Arena después de dos horas y media de juego.

Con ello se convierte en la primera japonesa en conquistar el Abierto de Australia, una gesta que ya había logrado hace unos meses en el US Open, y en la jugadora más joven de la Era Open en ganar dos títulos de Grand Slam.
Compartir en: