Sarri frente a Zidane en el volcán de San Paolo, la prueba crítica de la BBC
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Misión cumplida (3-1) (1-3) (2-6). El Nápoles cayó ante el Real Madrid, primero en el Santiago Bernabéu y luego en San Paolo.
El Real Madrid en la misión en la Liga de Campeones de defender el 3-1 de la ida de los octavos de final en el Santiago Bernabéu ante un Nápoles que apeló al infierno de San Paolo y a su atrevido juego para dar la vuelta a la eliminatoria.
El primer capítulo del cruce dio ventaja al conjunto madridista, que quiere aprobar su primer examen de cara a intentar acabar con la maldición del campeón del torneo y que no cae en esta ronda desde que lo hiciese durante seis años seguidos desde 2005. El Nápoles quedó con vida para la vuelta esperando que Italia vuelva a ser territorio adverso para su rival y tomarse la revancha de 1987.
Entonces, la Quinta del Buitre salió airosa del ambiente de San Paolo y del Nápoles de Diego Armando Maradona, que partía con un 2-0 de desventaja, en teoría un resultado peor de remontar, aunque el tempranero tanto de Francini hizo soñar al equipo napolitano antes de que Emilio Butragueño apagase San Paolo con un tanto poco antes del descanso.
El Nápoles y la ciudad llevan preparándose para este partido desde el pitido final del pasado 15 de febrero. El gol de Lorenzo Insigne les hace mantener muchas esperanzas de dar la sorpresa ante un rival que en los últimos encuentros había dejado algún atisbo de duda y que se vio obligado saltar con la máxima concentración que demanda siempre su técnico y que en ocasiones no termina de aparecer. Evitar noches como la del año pasado en Wolfsburgo o inicios de partido como del de Mestalla, obligatorios.
Los de Maurizio Sarri con la estrategia un gol rápido como el de hace casi 30 años para provocar la euforia en un San Paolo listo para llevar en volandas a los suyos. Buscando desbordar el nerviosismo en un Real Madrid. El equipo de Zidane atento a una salida excesivamente impetuosa de los locales. En el Santiago Bernabéu cometieron errores y dejaron muchos espacios por su apuesta atrevida.
Ambos llegaron reforzados en su estado anímico a esta vuelta de octavos después de que el Nápoles ganase a a domicilio a la AS Roma (1-2), con un doblete de Dries Mertens. El Real Madrid goleó 1-4 al Eibar, con rotaciones y sin Cristiano Ronaldo ni Gareth Bale, poniendo un paréntesis en este irregular 2017.
Pese a que en dos de los mejores partidos del año fueran sin alguno de los teóricos intocables y sin Cristiano, Zidane aparcó sorprender en San Paolo como hiciese a mediados de febrero, cuando el colombiano James Rodríguez entró en el once ocupando el hueco que dejaba el lesionado Bale.
La recuperación del galés ha provocado que la BBC haya vuelto y las condiciones del partido se pueden ajustar más a la velocidad del de Cardiff, con ganas además de compensar su expulsión ante Las Palmas. CR7 no jugó el fin de semana para estar fresco y la buena actuación de Benzema, con dos goles y asumiendo responsabilidad, le premió con otra titularidad.
El resto del equipo apenas con cambios respecto a la ida salvo el obligado de Pepe por el lesionado Varane en el centro de una defensa en la que vuelven Carvajal y Marcelo, sin minutos ante el Eibar de cara a contener el peligro que llevará por las bandas el conjunto napolitano.
El actual campeón de Europa viajó sabiendo lo que le espera del Nápoles, que demostró en el Santiago Bernabéu tanto sus virtudes como sus defectos, repartidos en su ofensiva y defensiva respectivamente. Los de Maurizio Sarri tuvieron momentos brillantes en la primera media hora, pero también sufrieron mucho atrás. El técnico no varió ni un ápice su estilo, advirtiendo que deberán tomar "riesgos".
El equipo italiano lo asumió en busca de la remontada ante un equipo que no ha terminado tampoco de encontrar la solidez necesaria atrás, pero que amenaza con una racha de 46 partidos consecutivos marcando.
El Nápoles viene de afrontar una última semana dura donde perdió en casa ante el Atalanta antes de caer entre semana en la Coppa con la Juventus (3-1) para volver a coger aire en el Olímpico.
Atrás ain cambios con un Pepe Reina en excelente estado de forma, lo mismo que arriba con el tridente que lidera Mertens, opacado en el Santiago Bernabéu y que desperdició una clara ocasión con 3-1, junto a Insigne y un Callejón contra sus ex.
Ficha técnica
- Alineaciones:
NÁPOLES: Reina; Hysaj, Koulibaly, Albiol, Ghoulam; Rog, Diawara, Hamsik; Insigne, Mertens y Callejón.
REAL MADRID: Keylor Navas; Carvajal, Pepe, Ramos, Marcelo; Modric, Casemiro, Kroos; Bale, Benzema y Cristiano Ronaldo.
- Árbitro: Cuneyt Çakyr (TUR).
- Estadio: San Paolo.
El Real Madrid en la misión en la Liga de Campeones de defender el 3-1 de la ida de los octavos de final en el Santiago Bernabéu ante un Nápoles que apeló al infierno de San Paolo y a su atrevido juego para dar la vuelta a la eliminatoria.
El primer capítulo del cruce dio ventaja al conjunto madridista, que quiere aprobar su primer examen de cara a intentar acabar con la maldición del campeón del torneo y que no cae en esta ronda desde que lo hiciese durante seis años seguidos desde 2005. El Nápoles quedó con vida para la vuelta esperando que Italia vuelva a ser territorio adverso para su rival y tomarse la revancha de 1987.
Entonces, la Quinta del Buitre salió airosa del ambiente de San Paolo y del Nápoles de Diego Armando Maradona, que partía con un 2-0 de desventaja, en teoría un resultado peor de remontar, aunque el tempranero tanto de Francini hizo soñar al equipo napolitano antes de que Emilio Butragueño apagase San Paolo con un tanto poco antes del descanso.
El Nápoles y la ciudad llevan preparándose para este partido desde el pitido final del pasado 15 de febrero. El gol de Lorenzo Insigne les hace mantener muchas esperanzas de dar la sorpresa ante un rival que en los últimos encuentros había dejado algún atisbo de duda y que se vio obligado saltar con la máxima concentración que demanda siempre su técnico y que en ocasiones no termina de aparecer. Evitar noches como la del año pasado en Wolfsburgo o inicios de partido como del de Mestalla, obligatorios.
Los de Maurizio Sarri con la estrategia un gol rápido como el de hace casi 30 años para provocar la euforia en un San Paolo listo para llevar en volandas a los suyos. Buscando desbordar el nerviosismo en un Real Madrid. El equipo de Zidane atento a una salida excesivamente impetuosa de los locales. En el Santiago Bernabéu cometieron errores y dejaron muchos espacios por su apuesta atrevida.
Ambos llegaron reforzados en su estado anímico a esta vuelta de octavos después de que el Nápoles ganase a a domicilio a la AS Roma (1-2), con un doblete de Dries Mertens. El Real Madrid goleó 1-4 al Eibar, con rotaciones y sin Cristiano Ronaldo ni Gareth Bale, poniendo un paréntesis en este irregular 2017.
Pese a que en dos de los mejores partidos del año fueran sin alguno de los teóricos intocables y sin Cristiano, Zidane aparcó sorprender en San Paolo como hiciese a mediados de febrero, cuando el colombiano James Rodríguez entró en el once ocupando el hueco que dejaba el lesionado Bale.
La recuperación del galés ha provocado que la BBC haya vuelto y las condiciones del partido se pueden ajustar más a la velocidad del de Cardiff, con ganas además de compensar su expulsión ante Las Palmas. CR7 no jugó el fin de semana para estar fresco y la buena actuación de Benzema, con dos goles y asumiendo responsabilidad, le premió con otra titularidad.
El resto del equipo apenas con cambios respecto a la ida salvo el obligado de Pepe por el lesionado Varane en el centro de una defensa en la que vuelven Carvajal y Marcelo, sin minutos ante el Eibar de cara a contener el peligro que llevará por las bandas el conjunto napolitano.
El actual campeón de Europa viajó sabiendo lo que le espera del Nápoles, que demostró en el Santiago Bernabéu tanto sus virtudes como sus defectos, repartidos en su ofensiva y defensiva respectivamente. Los de Maurizio Sarri tuvieron momentos brillantes en la primera media hora, pero también sufrieron mucho atrás. El técnico no varió ni un ápice su estilo, advirtiendo que deberán tomar "riesgos".
El equipo italiano lo asumió en busca de la remontada ante un equipo que no ha terminado tampoco de encontrar la solidez necesaria atrás, pero que amenaza con una racha de 46 partidos consecutivos marcando.
El Nápoles viene de afrontar una última semana dura donde perdió en casa ante el Atalanta antes de caer entre semana en la Coppa con la Juventus (3-1) para volver a coger aire en el Olímpico.
Atrás ain cambios con un Pepe Reina en excelente estado de forma, lo mismo que arriba con el tridente que lidera Mertens, opacado en el Santiago Bernabéu y que desperdició una clara ocasión con 3-1, junto a Insigne y un Callejón contra sus ex.
Ficha técnica
- Alineaciones:
NÁPOLES: Reina; Hysaj, Koulibaly, Albiol, Ghoulam; Rog, Diawara, Hamsik; Insigne, Mertens y Callejón.
REAL MADRID: Keylor Navas; Carvajal, Pepe, Ramos, Marcelo; Modric, Casemiro, Kroos; Bale, Benzema y Cristiano Ronaldo.
- Árbitro: Cuneyt Çakyr (TUR).
- Estadio: San Paolo.
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