El régimen alimenticio y físico de Costa para sorprender al Atlético
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Fue a finales del mes de septiembre cuando el Atlético de Madrid confirmó el regreso de Diego Costa. En ese momento, todas las miradas se fijaron en Óscar Ezequiel Ortega del Río, conocido como el Profe Ortega, el preparador físico del equipo. Muchos cuestionaban cómo podría poner a punto al jugador que llevaba más de seis meses sin competir.
Su estreno podría ser este miércoles en Lleida, ya que ha finalizado la sanción de la FIFA. El Atlético se mide al equipo local en la ida de los octavos de la final de Copa y Diego Costa ya está preparada para la ocasión.
Así, los ocho kilos que ha perdido han modificado ligeralmente su aspecto, dándole una imagen más fina y cambiaba respecto a su primer entrenamiento el pasado 4 de octubre. “Solo le falta competición”, explicaban en el club.
La figura de Diego Costa responde a una fuerte combinación de entrenamientos así como un régimen llevado a rajatabla, en el que se ajustan las calorías en su trabajo diario.
Cinco comidas al día de dieta mediterránea integradas al plan físico en el que el cuerpo técnico y médico del club coinciden en señalar el esfuerzo del jugador para cumplirlo.
Los alimentos cocinados al vapor o a la plancha que han proliferado en su día a día están muy lejos de las preferencias gastronómicas de Costa, que en una de las pretemporadas de su anterior etapa en el Atlético llegó a presentarse con 13 de kilos por encima de su peso ideal.
No solo existe una restricción en las comidas, sino también en la hidratación adecuada a la preparación física. Todo ello combinada con fruta y verduras. Durante los entrenamientos, se le han medido tanto las cantidades de líquidos como los momentos en los que dejaban tomarlos.
Este consumo de calorías se le fue reduciendo progresivamente para terminar de perder esos kilos de más que había ganado. Es así cuando Ortega decidió dividir el régimen en tres fases: la primera es la readaptación, la segunda la pretemporada individualizada de tres semanas y la última la incorporación a la dinámica del grupo.
En las primeras semanas de la preparación se incluyeron cuatro sesiones de boxeo llevadas a cabo en el gimnasio propiedad de Fernando Torres bajo la atenta mirada de Ortega. El objetivo era cambiar la mentalidad de Costa y dirigirla para que se dirija a la competición.
Su estreno podría ser este miércoles en Lleida, ya que ha finalizado la sanción de la FIFA. El Atlético se mide al equipo local en la ida de los octavos de la final de Copa y Diego Costa ya está preparada para la ocasión.
Así, los ocho kilos que ha perdido han modificado ligeralmente su aspecto, dándole una imagen más fina y cambiaba respecto a su primer entrenamiento el pasado 4 de octubre. “Solo le falta competición”, explicaban en el club.
La figura de Diego Costa responde a una fuerte combinación de entrenamientos así como un régimen llevado a rajatabla, en el que se ajustan las calorías en su trabajo diario.
Cinco comidas al día de dieta mediterránea integradas al plan físico en el que el cuerpo técnico y médico del club coinciden en señalar el esfuerzo del jugador para cumplirlo.
Los alimentos cocinados al vapor o a la plancha que han proliferado en su día a día están muy lejos de las preferencias gastronómicas de Costa, que en una de las pretemporadas de su anterior etapa en el Atlético llegó a presentarse con 13 de kilos por encima de su peso ideal.
No solo existe una restricción en las comidas, sino también en la hidratación adecuada a la preparación física. Todo ello combinada con fruta y verduras. Durante los entrenamientos, se le han medido tanto las cantidades de líquidos como los momentos en los que dejaban tomarlos.
Este consumo de calorías se le fue reduciendo progresivamente para terminar de perder esos kilos de más que había ganado. Es así cuando Ortega decidió dividir el régimen en tres fases: la primera es la readaptación, la segunda la pretemporada individualizada de tres semanas y la última la incorporación a la dinámica del grupo.
En las primeras semanas de la preparación se incluyeron cuatro sesiones de boxeo llevadas a cabo en el gimnasio propiedad de Fernando Torres bajo la atenta mirada de Ortega. El objetivo era cambiar la mentalidad de Costa y dirigirla para que se dirija a la competición.
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